
Hasta siempre, querida Olga
Con profundo dolor y desde una sentida fe cristiana, despedimos a una persona muy querida por nuestra comunidad: Olga Munda.
Es por eso que, con el corazón conmovido y lleno de gratitud, le decimos:
“Hasta siempre, OLGA”
“Gracias por compartir la vida con nosotros”.
Olga dejó camino y huella imborrable en nuestra comunidad educativa. Su entrega y dedicación como docente marcaron vidas y formaron a quienes, en muchos casos, asumieron a su vez el desafío de ser formadores. Supo sentirse en casa, como familia, en esta institución y logró que quienes la rodeaban percibieran esa misma cercanía y calidez.
Como las raíces profundas que nutren el árbol, Olga supo sembrar conocimiento y valores que perdurarán en cada estudiante, colega y espacio donde dejó su impronta.
En estos momentos de dolor, como comunidad nos unimos en un abrazo fraterno y solidario, acompañando con cercanía a sus familiares, amigos y seres queridos. Aunque su partida nos llena de tristeza, su legado permanece vivo en la memoria y en el corazón de quienes compartimos su camino.
Gracias, Olga, por tu vida y tu vocación, que continúan inspirándonos a ser siempre mejores. Te recordaremos con gratitud y afecto eternos.